Y cada vez qué alguien se preocupa por nosotros y nos hace la misma pregunta, independientemente de si tenemos 15, 25, 35 o 45 años solo nos acordamos de la canción “nenenenenenene que vas a hacer…” y aunque ya sepamos cuál es nuestra vocación, qué vamos a estudiar o ya tengamos trabajo es una pregunta que no nos tendríamos que dejar de hacer… “Cuando seas grande…”
Porque como bien dice la canión, no todo se trata de hacer algo “digno” para la sociedad en la que vivimos… Es algo mucho más profundo… Se trata de ser más que de hacer… de seguir tu verdadera vocación y vivir intensamente cada día de nuestra vida porque quien sabe hasta cuándo nos dure…
“Estoy casi condenado
a tener éxito para no ser
un perro fracasado
así, así yo fui enseñado
generaciones tras generaciones
marchan a mi lado.
Yo solo quiero jugar
soy el sueño de mamá y papá
no, no les puedo fallar.”
Y como vivir intensamente cada día de mi vida: Si todos los días tengo que ir a la escuela con aquel profe que ni tolero ni me tolera… Si ayer decidí irme de fiesta y hoy no me quiero levantar a disfrazarme de Godinez y soportar todos los problemas de mi jefe, pero tengo que hacerlo… Si estoy harta de recoger el tiradero de mis hijos y de matarme guisando para que me digan siempre: otra vez arroz?…
Estoy de acuerdo, estoy de acuerdo, la rutina no es siempre nuestra mejor aliada… al contrario, ese extraño estado de confort que sentimos en nuestro día a día, es exactamente eso que nos frustra…
Pues ayer hablando de eso con un compañero del programa, me dio un consejo que quiero compartir con ustedes para que hagamos juntos y veamos si nos funciona, para estar un poco más cerca de la respuesta a la eterna pregunta: Qué rayos estoy haciendo aquí?
Y se trata nada más y nada menos de aderezar nuestros sentidos. Ponerle esa sal, pimienta y más a nuestro día a día… La tarea aquí es hacer una lista de lo que nos gusta ver, sentir, escuchar, oler y probar… Así, en nuestra lista pondremos el olor de la tierra mojada cuando empieza a llover, la luna gigante cuando la vemos a la altura de los edificios, un delicioso pay helado de limón hecho en casa, una rica tronada de espalda mientras te abrazan y el sonido de esa canción que bailaste por primera vez con ese ser especial…
Pero la tarea no queda ahí… todos los días nos vamos a levantar con el propósito de realizar al menos una actividad de esa lista, ya sabes, para que cuando te vayas a dormir y estés disfrutando de tu cama digas: ¡Qué día tan rico tuve!
Chance y en una de esas, descubrimos lo que queremos hacer el resto de nuestra vida… Imagínate que te paguen por hacer algo de esa lista!!! Tu sueño hecho realidad…
Ya les contaré qué tal me fue con mi lista y espero que me compartan la suya para darme ideas… Se valen cosas tabú, creo que son las mejores… 😉
Un abrazo.